¡CONFLICTO FRONTERIZO, ES UN ABUSO A LOS SENTIMIENTOS NACIONALES!
- Categoría: Artículo
- Escrito por Partido de la Solidaridad de Afganistán
- Publicado: Martes, 26 Julio 2016
Desde hace unos días, se habla profusamente del conflicto fronterizo entre las fuerzas militares afganas y pakistaníes en Torkham. En las redes sociales, sobre todo en Facebook, las noticias de este tipo de sucesos contra Pakistán son ampliamente difundidas y comentadas, e incluso, se publican fotos de otros sucesos bajo el nombre de conflicto fronterizo, distorsionando la información.
Afganistán es un país invadido, y según una encuesta oficial, más de 10 millones de afganos viven bajo el umbral de la pobreza y los ataques suicidas y las explosiones se han convertido en una cosa rutinaria y cada día se cobran la vida de decenas de nuestros compatriotas.
Así mismo, los criminales de la guerra son asignados a puestos gubernamentales, dependientes del Arg (palacio presidencial afgano) y según los informes de la Organización Mundial de Transparencia, Afganistán es el tercer país más corrupto del mundo.
Lamentablemente, los males de Afganistán no acaban aquí, ya que:
• Según una encuesta de la Organización Mundial de la Salud, Afganistán es el tercer país con una cifra alta de mortalidad de infantil de menores de cinco años.
• Según las cifras de Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) y Fondo para la Infancia de Naciones Unidas (UNICEF), Afganistán tiene la mayor tasa de mortalidad de mujeres durante el parto en Asia y es el segundo país a nivel mundial.
• Es principal productor de opio en el mundo y alberga a 3,5 millones de personas drogadictas.
• Sus recursos naturales son malversados por los señores de la guerra en el poder; y según un censo, la mayoría de la población está insatisfecha con este “Gobierno de Terror Nacional” (sic) y pasan otras decenas de desastres […].
Por otro lado, la situación de Pakistán ya que el país está hundido en la corrupción, la inseguridad y la crisis política, afronta desastres económicos, y la gente, sobre todo en las zonas más apartadas de la capital, está pasando numerosas penalidades.
En estos últimos años las plagas y otros desastres naturales, como un fantasma despiadado han convertido a la gente pobre y oprimida en miserables. Inundaciones, terremoto, sobre todo el hambre y la sequía, amenazan la vida de centenares de miles de personas, especialmente las mujeres y los niños. Cada año decenas de personas, debido a la pobreza, deciden suicidarse.
No obstante, el gobierno patrocinador de los traidores de este país se ha adueñado de artefactos nucleares y dedica la mayoría de fondos públicos en gastos militares y de entrenamiento y financiamiento del terrorismo.
La historia de las guerras injustas testifica que, para tapar sus debilidades, los regímenes traidores e inútiles, de vez en cuando, tocan falsos tambores de guerra y azuzan la hostilidad de la población contra sus vecinos, jugando con los sentimientos nacionales de su gente.
Ahora, los gobiernos de Afganistán y de Pakistán para desviar la opinión pública y disimular sus innumerables traiciones, están creando conflictos y los propagan para atontar a la gente y consecuentemente poder respirar tranquilamente y seguir con sus negocios corruptos y el saqueo del país.
Lo más interesante es que, aquellos que aquellos que estuvieron a las órdenes del ISI (Inter-Services Intelligence, servicio secreto pakistaní) o fueron entrenados por la CIA, KGB y WAWAK (servicio secreto iraní), hoy tocan el tambor de la guerra contra Pakistán. Personas y bandas reaccionarias que, hasta ayer, defendían contundentemente el “Pacto Bilateral de Seguridad” con los Estados Unidos y vergonzosamente firmaron ese Pacto de venta de la patria, de repente se ponen una nueva mascara en sus caras detestables y reclaman la defensa de la madre patria y el honor nacional.
Un invasor es invasor, sea el gobierno pakistaní, el gobierno estadounidense o sea Rusia e Inglaterra.
Concentración de los partidos de izquierda de Pakistán contra los talibanes para protestar por la matanza de los niños escolares en Peshawar
La “Línea Fronteriza de Durand” como el tema de Kashmir, es una herencia del colonialismo británico que, hasta ahora ha quedado como una fuente de conflictos en la región. La gente y nuestra historia reconocen que el Tratado de Durand firmado por un emir vendedor de la patria (Emir Abdurahman) es, sin duda alguna, una traición nacional. Sin embargo, hay que admitir que el destino de la gente de Khaibar-pastunkhuah y de Baluchestán que, más o menos tienen buena situación social y económica, tendría que ser determinado mediante una encuesta libre y justa. Esta cuestión, naturalmente, podría ser realizada cuando en los dos países hubiera gobiernos independientes y populares.
Los bufidos de Sardar Dawood (ex presidente afgano), Najibullah y unos cuantos gobernantes actuales contra Pakistán, no representan en ningún momento la defensa de los intereses nacionales, sino la de los gobiernos autoritarios y anti-populares que han querido abusar de los sentimientos nacionales, que basándose en la “Línea de Durand”, desvían la opinión pública de la situación sofocante del país. Y de esta manera, buscan seguir con su dictadura.
Por otra parte, un puñado de separatistas nativos da por resuelto la “Línea de Durand”, no desde punto de vista de derechos internacionales, sino que, desde su visión etnocentrista y por el miedo de que al recuperar Afganistán las zonas anteriormente mencionadas, temen que el porcentaje de la población pashtún aumentaría.
Algunos ven la principal causa de injerencia y negociaciones sucias de los gobernantes pakistaníes respecto a nuestro pueblo en esta “Línea de Durand”. Pero este pensamiento es totalmente erróneo.
En la conspiración con Estados Unidos e Inglaterra contra Afganistán, el estado pakistaní es un actor muy activo en la región y desde hace décadas es responsable de sus programas de creación de terroristas. En varias ocasiones, este país anunció que da por resuelto el caso de “Línea Durand” y los Estados Unidos también han proclamado esta línea fronteriza como frontera oficial. Lamentablemente, aunque el estado afgano reconozca la “Línea de Durand” oficialmente como frontera entre los países, esto no tendrá la mínima influencia sobre la situación actual y las intervenciones sangrientas y opresoras de los gobernantes y, sobretodo, los militares de aquel país seguirán existiendo en el nuestro.
En caso de que empezara conflicto entre Afganistán y Pakistán, las consecuencias recaerían en la población civil de ambos países, en especial Afganistán.
En esta guerra, si en este lado de la frontera se convirtiese en mártir Gull Mohamed, residente de Laghman, al otro lado morirá otro Gull Mohamed. No morirá el hijo de Raheel Sharif o algún miembro destacado de ISI. Si se cerrase la frontera, serán los pobres enfermos afganos quienes perderán la vida, no los hijos de Abdulla y Ghani y el resto de miembros de las élites gubernamentales, cuyos hijos pasan la vida en los palacios en Estados Unidos, India, Dubái, y otros países avanzados. La gente no tendrá para comprar los 7kg de harina que necesitan para sobrevivir, mientras los ocupantes de palacio de Arg (palacio presidencial afgano) llevan una vida opulenta. Se podrirán las uvas de Shamali, las manzanas de Ghazni, las patatas de Bamiyan, los melones de Kunduz, los albaricoques de Ghorband, las granadas de Kandahar y Farah. Sufrirán aquellos campesinos que sudaron durante un año con la esperanza de poder vender su cosecha y pagar sus deudas para poder sobrevivir hasta el año siguiente.
Concierto común de grupos musicales progresistas de “Lal” (pakistaní) y “Murchaha” (afgano), organizado en el junio de 2013 por el partido Solidario de Afganistán, en la que el público disfrutó de las canciones reivindicativas e interesantes realizadas por el Dr. Timor Rahman, Mahwash Weqar y Masud Hasan Zada. Este programa en común de artistas defensores de la justicia en Afganistán y Pakistán en una tarde inolvidable, fortalece la idea de que, si los elementos y movimientos progresistas y pro-libertades de los dos países se unen contra los reaccionarios y sus gobiernos corruptos y anti-populares, sin duda alguna, tendrán un papel importante en el cambio de la situación de la zona y su liberación de las garras de monstruo creado por la ignorancia, el fundamentalismo y el colonialismo.
Es el deber y la misión de las personas y movimientos populares y progresista de los dos países, el concienciar a los ciudadanos para que no caigan en la trampa engañosa de sus gobernantes, que intentan abusar de los sentimientos nacionales para tapar sus bellaquerías. La gente tendría que saber los secretos de tales juegos y opinar sobre ello. Hitler decía: “No hay más felicidad para los gobiernos que cuando sus pueblos no reflexionan.” Pues, reflexionando y comprendiendo la realidad, hay que quitar esa felicidad de las caras de los gobernantes hipócritas y saqueadores.
Cualquier tipo de guerra, bajo la bandera de un gobierno anti-nacional y títere y sirviente de extranjeros, no es una guerra patriótica, sino que es una disputa al servicio de gobernantes corruptos de dos países y sus amos norteamericanos e ingleses.
La gente de los dos países debería solidarizar y unirse contra sus gobiernos traidores, levantándose contra ellos y no dejar que sus hijos sean carne de cañón.
Lo que ocurrió en Torkham hace unos días, provocó la pérdida de unas cuantas personas quienes mantenían a sus familias e hizo que sus familias estuvieran en luto. Nadie les preguntará por su situación. No obstante, se ha preparado el campo para que unos cuantos oportunistas con un ejército de guardaespaldas vayan a hacerse unas cuantas fotos de recuerdo para representarse como elementos nacionales y patrióticos. ¡Pero, lo más ridículo es la situación de aquellos que, por una parte reclaman defender su tierra y patria, y por la otra, se quejan de los Estados Unidos por no defender la integridad territorial de Afganistán contra el avance del gobierno pakistaní!
El pueblo afgano podrá cortar las manos sangrientas del estado de Pakistán e ISI derrocando el gobierno títere, no mediante tales guerras que no proporcionan beneficio para la población del país. En esta guerra ningún país será ganador o perdedor. Los ganadores serán los ricos y los que perderán serán la gente miserable de los dos países.
El pueblo afgano, únicamente puede vengarse de todas aquellas traiciones y de la creación de terroristas del estado pakistaní y sus militares, hasta que no pase cuentas con los traidores nativos y los sirvientes de aquel país, y consiga crear un gobierno relativamente democrático y nacional.
Hasta entonces, ninguna guerra beneficiará nuestra nación contra Pakistán u otro país. Disponiendo de un equipamiento militar obsoleto y un ejército con las carencias actuales, proclamar la guerra contra un país armado con armas nucleares no es más que ridículo.