¡EL ALTO AL FUEGO DE LOS CRIMINALES NO PROPORCIONARÁ LA PAZ!
- Categoría: Artículo
- Escrito por Partido Solidario de Afganistán
- Publicado: Lunes, 17 Septiembre 2018
Durante tres días en la pasada Navidad, nuestro pueblo fue testigo de unas escenas sorprendentes de la recepción de los asesinos talibanes, que bajo el pretexto de su “alto el fuego”, tanto en las provincias, como en la capital Kabul izaban su bandera de crimen y traición en señal de victoria. Mientras los salvajes talibanes entran en las zonas controladas por el Gobierno pisoteando la sangre aún fresca de miles de víctimas de sus salvajes crímenes, un número de autoridades corruptas de Ghani – Abdullah, descaradamente abrazan a estos criminales y sirvientes de los extranjeros. Es posible que la historia de ninguna otra nación haya sido testigo de una negociación tan ridícula y bellaca con una banda antinacional, que tiene sus manos manchadas con la sangre, los crímenes, la opresión, servidumbre e ignorancia que aquí se manifiestan.
Los lobos talibanes, al entrar armados en las ciudades, también escondieron en cada rincón sus municiones e inspeccionaron sus objetivos, y no han tardado en iniciar nuevas olas de ataques salvajes y masacres en diferentes partes y rincones del país. Sin embargo los medios de comunicación y el Estado cierran los ojos. En un caso reciente, 30 soldados fueron fusilados en el distrito de Balamorghab en la provincia de Badghis. Los responsables del derramamiento de sangre de estos hijos pertenecientes al estrato más pobre de la sociedad, quienes debido al hambre, el desempleo y la desesperación se unieron a las filas de las fuerzas de seguridad, son Ashraf Ghani, Atmar, Stanikzai, Barmak y otros oficiales de alto rango que deberían de pagar por ello.
La autorización a los talibanes para pasear y burlarse por las ciudades, fue concedida por Ghani a indicación de los norteamericanos. Eso no sólo demuestra la comprensión que tiene el Estado del concepto de “alto al fuego”, sino que, una vez más ha demostrado que los vendedores de la patria han sacrificado el sufrimiento y el luto de nuestros inocentes compatriotas por los ataques suicidas y el salvajismo de los talibanes; No les ha importado la sangre de miles de soldados y policías que fueron asesinados de manera brutal: Como muestra el degollamiento de Tabasum y de los que le acompañaban; No les importa, ni siquiera el equivalente al valor de un centavo, el apedreamiento de Rukhshana y la humillación y desprecio de decenas de mujeres de esta patria y que probablemente serán víctima de otras negociaciones antinacionales públicas y clandestinas.
La embajada de estados Unidos aplaudió el alto al fuego de Ghani con los talibanes, que era muy natural, puesto que, hace años los Estados Unidos proclamaron que “los talibanes no son sus enemigos” y hace un largo tiempo que, también los talibanes mantienen un alto al fuego con los invasores norteamericanos sin prácticamente efectuar ofensiva alguna contra las fuerzas norteamericanas. También, la prensa estatal de una manera exagerada expuso esa exhibición con mucha propaganda mezclada con mentiras para presentarla como algo grande. La podrida “Asamblea por la Paz” presidida por un criminal como Khalili, quién con una alegría infantiloide, de repente organizó una rueda de prensa y descaradamente intentó presentar a los carroñeros talibanes como “amantes de la paz” e interesados por la tranquilidad de la gente, siendo enseguida bombardeado por una ola de burlas y desprecio por parte de los sobrevivientes y familiares de las víctimas. Aprovechando la ocasión, los mismos talibanes lanzaron una campaña para presentar sus caras sangrientas y traidoras con rostros humanizados. No obstante, si estos salvajes hubieran apreciado un mínimo la voluntad de la gente, ante todo deberían haber roto la cuerda de servidumbre del ISI de Pakistán, IRGC de Iran y otros extranjeros que les encadena a sus cuellos. Porque una fuerza dependiente y medieval nunca podrá ser guardián de la patria y del pueblo.
La experiencia mundial y, sobre todo la de las últimas cuatro décadas de Afganistán, varias veces han demostrado que dar tributo y amistad a los criminales y violadores de los derechos humanos no puede traer paz y prosperidad a la gente de Afganistán. Es posible que los Estados Unidos y su Estado títere mantengan las riendas de aquellas cabezas talibanes que todavía no reciben apoyo de Irán y Rusia, colocándoles, bajo el bonito nombre de la paz, en el poder, al lado de otros verdugos como Mula Zaif, Nazar Mohamed Motmayen, Mutasem Aghajan, Wahid Muzda, Maulawi Qalamuddin, Mutawakal, etc que residen en la capital. No obstante, tal como la coronación de un socio como “Rakityar” y la puesta en libertad de centenares de matones de Hezb-e-Islamí no sólo no ha traído la paz, sino que se ha intensificado la guerra y catástrofe. Esta negociación infame tampoco será desgraciadamente un cambio positivo en la situación actual.
¿Pero, de verdad se espera que haya paz para nuestro pueblo? La guerra en Afganistán tiene una raíz profunda de antagonismo de potencias mundiales y regionales como los Estados Unido y la OTAN por una parte y, por otra, Rusia, China y Irán. Mientras tanto, Pakistán también continua con sus objetivos particulares no cesando en sus intervenciones diabólicas y terroristas. Es más, decenas de otros países como India y Turquía por sus intereses aún más profundizan este antagonismo. Esta hostilidad ha sido incrementada al enfrentarse los imperialistas en Siria y al haber sido armadas todas las partes implicadas, con los equipamientos militares más modernos, dirigiéndose a Afganistán y cada día toman una dimensión más peligrosa. Por lo tanto, hasta que no se resuelvan relativamente estos antagonismos, parece imposible poner fin a la guerra en Afganistán. Si hasta hace poco los talibanes y Al Qaeda, como peones, implementaban el terrorismo de los Estados Unidos y del Occidente. Ahora hay otra banda llamada DAESH (Estado Islámico o ISIS, en inglés), que según los planes de la Casa Blanca, y con el fin de derrocar a Rusia, China y el resto de rivales de Estados Unidos, reciben el apoyo clandestino de este último en nuestro país, e impone una seria amenaza a nuestra patria, que paulatinamente decapita a nuestros compatriotas. Además, hace tiempo que los rivales de los Estados Unidos patrocinan a algunas bandas terroristas como un arma adecuada para enfrentarse a Estados Unidos y a Occidente, de esta manera echan petroleo a las llamas de la guerra.
Además de estos, los talibanes no son los únicos autores de la guerra y la barbarie, hay otras bandas mafiosas, como saqueadores señores de la guerra y opresores que, en la mayor parte del país, provocan la inestabilidad e inseguridad al no ser partidarios de la paz y la finalización de la guerra. En esta situación de enredo, es cuando las personas como Sayaaf, Ata, Ismael, Qanuni, Qadir, Mula Tarakhil, Alagul, Qadir, Hazrat-e-Ali, Piramqul, Besmelah, Rabani, Mula Ezat, Khalil y otros saqueadores sacan provecho y fortalecen sus dominios coaccionadores.
Mientras que los Estados Unidos y sus aliados occidentales estén militarmente presentes en nuestro país, el principal antagonismo seguirá existiendo y todos los rivales de los Estados Unidos y la OTAN tomarán a Afganistán como una amenaza seria para su seguridad y, para derrotar a los Estados Unidos, acudirán a cualquier medio para fortalecer a las bandas terroristas. Por tanto, con la perspectiva de la situación actual, lamentablemente, no se vislumbra el fin de la guerra a corto plazo.
No hay duda de que la paz es una voluntad primaria de nuestro pueblo y de las tropas bajas del escalafón de las fuerzas de seguridad, incluso los talibanes están cansados de la guerra, solamente es el desempleo, la pobreza y la injusticia lo que les ha obligado a levantarse en armas. No obstante, no se puede lograr la paz mediante exhibiciones ridículas y acrobacias demagógicas.
La paz y la estabilidad se establecerán únicamente cuando los invasores extranjeros salgan de nuestro país y sus crías de distintos tipos y huérfanos suyos queden apartados del poder. Este supuesto podrá ser realizable, solamente cuando se unan y se levanten toda la gente ahora agotada, bajo el liderazgo de los movimientos libre pensantes, conscientes y patriotas. No hay otro camino que éste para salir de la catástrofe actual.