BIBI GUL, UN EJEMPLO DE LAS MADRES DOLIDAS Y LUCHADORAS
- Categoría: Artículo
- Escrito por Partido de la Solidaridad de Afganistán
- Publicado: Miércoles, 15 Octubre 2014
En la noche de 13 de septiembre de 2014, Bibi Aiesha de 81 años, conocida como Bibi Gul falleció con el corazón lleno de dolor y tristeza. Ella era una de las excepcionales y fuertes madres a quien la pérdida de sus seis jóvenes y pro-libertarios hijos no le hizo rendirse y se quedó como una roca en la trinchera por la defensa de la independencia y la libertad.
Bibi Gul educó a sus hijos en los valores del patriotismo, de la resistencia ante la opresión, la ignorancia y la valentía. Seis de sus hijos, intelectuales luchadores y progresistas, lucharon contra los sirvientes de los rusos y las brutales facciones fundamentalistas y así inmolaron sus vidas en este camino. De todos ellos, esta mujer sólo pudo sepultar con sus manos el cadáver sangriento de su hijo Karim (1964-1983), quien se había convertido en mártir en el campo de batalla contra los lacayos del ex soviético en la base militar de Dare-e-Noor (Valle de Noor). Los otros cinco de sus hijos fueron sepultados en fosas comunes, o bien, por el Régimen títere de los khalquíes y parchamíes, o bien, por el grupo fascista de Gulbuddín.
Los seis hijos muertos de Bibi Gul.
De izquierda a derecha: Mahmood, Sultán Ahmad Sohrab, Mohammed Dawood, Mirwais, Karim y Shukur.
Mohammed Dawood (1951-1979) era profesor en la Academia de la Policía. Durante el Levantamiento de Balahesar de Kabul fue arrestado por el Régimen títere de los khalquíes y parchamíes, y posteriormente asesinado bajo sus brutales torturas. Hace poco tiempo su nombre apareció en la Lista de los 5 mil Muertos, según la cual, el 1 de septiembre de 1979 había sido asesinado.
Sultán Ahmad Sohrab (1954-1989) era otro hijo de Bibi Gul, que fue acusado de molestar a los lacayos de los rusos. Fue condenado a muerte, y luego fue condenado a cadena perpetua, no obstante, fue liberado después de pasar 8 años en prisión. Cuando marchó a Pakistán, fue secuestrado por la banda sangrienta de Gulbuddín y desapareció.
Shukur (1957-1986) fue arrestado por llevar a cabo actividades políticas contra el Régimen vendedor de la patria de khalq y parcham y estuvo 5 años encarcelado en la Prisión de Pole Charji. Fue él quien se levantó en armas en la base militar de Dare Noor. Cuando se fue a Peshawar, fue atrapado mediante una conspiración ya organizada por el Partido de Gulbuddín y desapareció.
Mirwais (1967-1986) y Mahmood (1969-1986) acababan de llegar a Peshawar de su base militar y junto con Shukur y dos primos suyos fueron atrapados por la conspiración arriba mencionada cayendo en manos de los verdugos gulbuddiníes y asesinados en el matadero del Partido Hezb-e-Islamí en el Camp de Shamshatú situado en Peshawar.
Hasta el momento de su muerte, Bibi Gul estuvo esperando el regreso de sus hijos desaparecidos sin ninguna muestra de desesperación. El amor de sus hijos luchadores y honorables convirtió a Bibi Gul en una mujer activista valiente, experimentada e inteligente. Ella dedicó muchos años de su vida yendo a la Prisión de Pole Charji a visitar a sus hijos y también a los que estaban en el frente de la resistencia.
Durante 2 décadas, Bibi Gul estuvo buscando a sus hijos desaparecidos y participó activamente en cualquier acto de protesta junto con otros familiares de las víctimas.
Durante muchos años, ella fue llamando puerta a puerta en espera de encontrar a sus queridos hijos. Participó en la mayoría de las acciones de protesta de familiares de víctimas, levantando la voz contra los criminales y asesinos de su nación. Bibi Gul contaba unas anécdotas horribles cuando iba a visitar a sus hijos en la terrible Prisión de Pole Charji. Como otras miles de madres que estaban de luto, ella pasó muchos años haciendo cola detrás de la puerta de la prisión y al mismo tiempo era una persona discreta y cuidadosa, porque hacía de enlace entre la prisión con el frente y la retaguardia mientras que el enemigo nunca fue capaz de descubrirla, por lo que decenas de horas tenía que viajar a pie. Trasladó a muchos jóvenes a Pakistán, que fueron perseguidos por el Khad (servicio secreto afgano). Durante la realización de estas actividades, varias veces sobrevivió de una muerte segura, y a pesar de ello y con mucho coraje siguió su misión considerándola como un servicio por la libertad de su nación.
El 20 de febrero de 1995, los familiares de los que habían sido secuestrados y posteriormente asesinados por la banda de Gulbuddín, se manifestaron delante del Parlamento central de Pakistán en Islamabad. Ellos acusaron al ISI (Inter-Services Intelligence, servicio secreto de Pakistán) de haber estado implicado en estos crímenes condenando el silencio del Gobierno pakistaní ante los secuestros y asesinatos de los intelectuales progresistas afganos en Pakistán. Bibi Gul fue una de las organizadoras de esa manifestación sin precedente que se publicó en varios diarios de manera extensa.
Durante su estancia en el frente de la resistencia contra los soviéticos, esta mujer se comportaba como un líder valiente. Además de cocinar, lavar la ropa y visitar a los enfermos y heridos, voluntariamente hacía la guardia y con mucha energía prestaba servicios a los sobrevivientes de los mártires. Quería a todos los miembros del frente tanto como a sus hijos y les atendía.
Cada palabra y comentario de Bibi Gul, que demostraban su inteligencia innata, iban acompañados de innumerables proverbios que conservaba en la memoria. Con gran seriedad y sin ningún temor, ella expresaba su opinión. Hasta que murió, siempre fue una persona independiente porque no quería ser una carga para los demás. Detestaba a las personas perezosas y cobardes.
(8 de Marzo de 2000): Ante el ex presidente de la “Comisión de Derechos Humanos de Pakistán” Afrasiab Khattak, Bibi Gul critica dicha entidad por no dar importancia al secuestro y desaparición de los libre-pensantes afganos en Pakistán.
Ante los enemigos del pueblo, ella tenía una posición contundente y decidida. Cuando supo que Gulbuddín iría a Kabul para formar parte de la Administración de Karzai, sinceramente, quiso tener la posibilidad de acceder personalmente a él para vengarse con sus propias manos del asesinato de sus hijos y de otros miles de sus compatriotas por parte de este verdugo enfermo.
Otro rasgo relevante de Bibi Gul era la realización de un gran trabajo en situaciones difíciles, y pese a no tener formación académica, se interesaba por las cuestiones políticas. Estuvo muy implicada con la gente de su aldea, participaba en su bienestar y luto solucionando sus problemas. Ella prestaba una especial atención a la gente humilde de su aldea: visitaba a los enfermos, solucionaba problemas familiares de los pobres, especialmente, de las mujeres maltratadas.
Uno de sus últimos consejos fue: “No hay que separarse de la gente y siempre hay que tener en cuenta la unión.” En varias ocasiones, cuando faltaban responsables en los momentos de máxima alerta, se encargaba con mucho éxito del liderazgo y coordinación de asuntos que tratar.
Cuando se enteró de la convocatoria de una manifestación en desaprobación de los “Días 27 y 28 de Abril”, pese a estar en cama por enfermedad, insistió en asistir.
Aunque intentaba esconder sus penas y dolores a los demás por la pérdida de sus hijos, fue vista varias veces por la noche, sacando las ropas de sus hijos, oliéndolas y echándose a llorar.
Bibi Gul tuvo mucha credibilidad y popularidad entre la gente. Por eso, en la ceremonia de su luto en Khewa, uno de los distritos de la provincia de Nengarhar, participó una multitud de gente que se desplazó desde lugares lejanos. Unos jóvenes que habían trabajado con Bibi Gul, la querían como a sus propias madres. Cuando se enteraron de su muerte, expresaron sus condolencias, publicando sus fotos o comentando los recuerdos que guardaban de ella en las redes sociales.
Como sus 6 hijos honorados y héroes, Bibi Gul se fue, pero vivirá para siempre. Sus muestras de coraje, perseverancia y ánimos de patriotismo constituirán una lección de humanidad y lucha para la nueva generación, dirigiendo a sus compañeros en la lucha contra los traidores de la nación por un Afganistán laico, democrático y próspero.
¡Madre heroína, Bibi Gul! Descansa en paz. ¡La sangre noble de tus queridos hijos será vengada!
(18 de septiembre de 2014): Los miembros y colaboradores del Partido Solidario de Afganistán hacen reverencia a Bibi Gul en una reunión, recordando sus luchas y su heroísmo. Durante 1 minuto, los allí presentes se levantan y reina la calma.