CON LA MOVILIZACIÓN Y UNIDAD MASIVA, DERROTEMOS A LOS CREADORES CATASTRÓFICOS DEL 27 Y 28 DE ABRIL

El derramamiento de sangre de Kabul por bandas fundamentalistas

Hace 35 años, los Social Imperialistas Rusos a través de sus lacayos khalquí (Partido Democrático Popular de Afganistán, PDPA) y parchamí (otra rama del PDPA), mediante un sangriento golpe de estado en el 7 de Zaur (27 de abril de 1978), hundieron el país en un caos y contienda que todavía quema nuestras ciudades y aldeas.

La invasión del 6 de Jadi (27 de diciembre de 1979) llevada a cabo por los invasores rusos para garantizar la supervivencia del gobierno títere de los khalquí – parchamí que provocó el bombardeo brutal de pueblos, matanzas indiscriminadas, arrestos, tortura y ejecuciones de decenas de miles de personas inocentes, colocación de millones de minas, profanación de creencias y de nuestra cultura y desplazamiento de un tercio de la población del país hacia los campos de opresión de Irán  y Pakistán, reforzó y extendió el movimiento de resistencia espontáneo de nuestro pueblo.

Mientras tanto, el gobierno invasor estadounidense aprovechándose de esta oportunidad de oro, desde el otro lado del Atlántico con la intención de vietnamizar la guerra de Afganistán para su rival estratégico y también para robar la iniciativa de la guerra y resistencia del pueblo afgano, condujo la guerra hacia sus objetivos  ominosos convirtiendo los campos de refugiados afganos en Pakistán en sus obras diabólicas y utilizó el poder de sus dólares y armas para entregar el liderazgo de la resistencia a un grupo de traidores fundamentalistas, ignorantes, corruptos y dependientes que practicamente apuñalaron por la espalda a nuestro movimiento anti-ruso con sus traiciones y barbaridades.

El 28 de abril de 1992, el régimen títere de Najib fue derrotado por los sacrificios de nuestra pobre pero valiente gente, no obstante, en lugar de lograr la independencia, la libertad, la justicia y el bienestar fueron arrasados.

El vacío posterior después de la derrota escandalosa de los rusos y sus lacayos fue ocupado por orden de Estados Unidos  de acuerdo con el ISI de Pakistán, el VEVAK de irán, el Servicio Secreto de Arabia Saudita y el resto de invasores, por los siete detestados partidos islámicos creados por Pakistán y ocho partidos creados por Irán juntos con los restos de vendepatrias khalquí y parchamí. De esta manera, la celebración de la victoria y el orgullo de una nación que hizo arrodillar a una superpotencia, se convirtió en día de luto nacional por culpa de verdugos religiosos. Los combatientes reales de la resistencia abandonaron sus armas, pero los carniceros de la gente utilizando la religión y bajo el nombre de  yihad (guerra santa), continuaron con su saqueo, el robo y el deshonor. Así que, el 8 de Saur se registró como un día aún más oscuro y vergonzoso que el 7 de Saur en nuestra historia.

Para las facciones criminales, la destrucción de la ciudad de Kabul fue un deber sagrado y prioritario para demostrar su lealtad y obediencia a sus amos forasteros. El orden de la quema, la demolición y la devastación de infraestructuras de la defensa, la seguridad, la economía y la cultura del país, que se había dado muchos años antes por el General Akhtar Abdul Rahman, jefe del ISI, fue implementado por Gulbudin, Rabani, Masud, Sayaf, Fahim, Dostum, Mazari, Mohsini y otros criminales crueles. Incluso Rabani invitó a Hamid Gul, ex jefe del ISI, para que viniera a Kabul y junto a él participara en los asuntos administrativos del gobierno.

Estos matones, mediante sus ofensivas brutales y bajo el nombre de yihad, solamente,   mataron a más de 70.000 habitantes inocentes de Kabul para hacerse con el botín y el poder; destruyeron más del 80 % de los edificios de la ciudad y saquearon todas las instituciones públicas y las infraestructuras y bienes nacionales; mediante un decreto, indultaron a todos los criminales khalquí y parchami; perdonaron las compensaciones  por la invasión rusa; robaron nuestros monumentos históricos y los vendieron en los mercados de Peshawar, regalando otra parte del mismo a los generales pakistaníes; violaron la dignidad de la gente públicamente; provocaron hostilidades étnicas y religiosas sin precedente; en lugar de curar las heridas de nuestro pueblo causadas por la guerra, echaron sal encima de las mismas y en general destruyeron nuestro país peor que los rusos y sus lacayos hundiéndolo en  la catástrofe y la calamidad. Por lo tanto, el papel que la CIA y el ISI tuvieron en cuenta para estas facciones, se llevó a cabo con precisión.

Por todo ello, el Partido Solidaridad de Afganistán (PSA) considera el 8 de Zaur no como día de salvación, sino un día oscuro y una mancha infame en la historia de Afganistán, y cada año condena éste como día de sangre y traición.

La atmósfera de cansancio de  las facciones asesinas, preparó el campo para que Estados Unidos y Pakistán llevaran a cabo  el nuevo proyecto previsto de talibanes y Al Qaeda en Afganistán. Ellos importaron criaturas mediavales bajo el nombre de talibanes al país para acabar con las hienas salvajes, partidos islámicos, que de hecho habían estado esfumados de la escena. Durante estos cinco años,  fueron  a Afganistán miles de terroristas ignorantes llamados árabes afganos para convertir nuestro país en un centro de terror, terrorismo y locura religiosa. El libro negro de estos grupos criminales y el suceso del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York, era una buena excusa para los Estados Unidos y la OTAN para ocupar nuestro país bajo el pretexto de "lucha contra el terrorismo".

Con la invasión militar de Estados Unidos, al parecer, fueron eliminados los ignorantes talibanes de la escena de nuestro país y, en cambio, fue instalado el régimen títere de Karzai y una vez más, los líderes sangrientos y sucios señores de la guerra que habían oprimido al pueblo afgano durante muchos años, fueron incorporados al poder con traje, corbata y  etiquetados con nuevas marcas.

Desde hace once años nuestro país está atrapado en la espiral de la peligrosa superpotencia de Estados Unidos y sus aliados de más de cuarenta países; nuestra independencia ha sido violada y nuestro querido Afganistán se ha convertido en el  terreno de juego de los servicios de espionaje de varios países. Las sangrientas cabezas del ocho de  Saur que antes estaban gritando contra los "infieles" en nombre de la "yihad", hoy en día, se han puesto las cadenas de la esclavitud del "infiel" Estados Unidos y la OTAN ocupados en acumular riquezas y la venta de la religión y un grupo de intelectuales traidores y sucios les sirven a cambio de dólares. La masacre diaria de nuestros compatriotas cometidas, por una parte, por los invasores y, por la otra, por los terroristas suicidas criados por ellos mismos han vestido a nuestra gente de luto; dominio extenso de las mafias en todos los ámbitos diarios de la vida del país; corrupción sin precedente en la historia del mundo, la economía basada en las drogas; continuación de la opresión y terrible bellaquería contra las mujeres y las chicas, el 65% de desempleo y el colapso del 96% del comercio; son los ejemplos amargos para nuestra nación cautiva que sus raíces se vinculan con los días séptimo y octavo de Saur.

Los líderes del ocho de Saur han llegado al extremo de su esclavitud y la servidumbre a favor del gobierno invasor de Estados Unidos a medida que, con la retirada de sus tropas de  Afganistán, se sienten huérfanos y intentan convencerles que se queden en Afganistán. Mientras Estados Unidos esté presente en nuestro país, no podemos hablar de la paz, el bienestar, la integridad territorial, los derechos humano y otros valores humanitarios.

El Partido Solidario de Afganistán está decidido a luchar con el apoyo del pueblo afgano y en alianza con otros movimientos realmente nacionales, pro-libertad y progresistas para el logro de la independencia hasta la retirada completa de las tropas invasoras y el desarme de sus lacayos, la realización de la democracia y la estabilidad de la justicia. Creemos que sólo mediante la unidad y la lucha contra los  responsables del 7 y 8 de Zaur y sus  amos extranjeros, podemos limpiar estas manchas infames de la falda de nuestro país.

¡Que sean cortadas las manos invasoras de Afganistán!
¡Vergüenza a los responsables de las calamidades del 7 y 8 de Zaur!

Partido Solidaridad de Afganistán (PSA)

28 de abril de 2013

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