¡CONVIRTAMOS LA ROPA SANGRIENTA DE FARKHUNDA EN UNA BANDERA DE LUCHA CONTRA LOS FUNDAMENTALISTAS E INVASORES!

¡CONVIRTAMOS LA ROPA SANGRIENTA DE FARKHUNDA EN UNA BANDERA DE LUCHA CONTRA LOS FUNDAMENTALISTAS E INVASORES!

Ya ha pasado un año del linchamiento de Farkhunda en Kabul, hecho que no sólo aterrorizó nuestra nación, sino que también atemorizó el mundo. No obstante, no se han movido las conciencias sucias y dormidas de los gobernantes inmundos y a día de hoy, los auténticos asesinos y sus defensores escapan de las garras de la justicia. Durante un año se ha intentado tapar, de diferentes maneras, la más catástrofe brutal de nuestra historia contemporánea.

El proceso ridículo del juicio público o confidencial de unos cuantos autores en segundo grado del caso de Farkhunda, ha demostrado lo que nosotros decíamos. Tal indecencia es imposible sin el apoyo de las cabezas criminales reposadas en un Estado formado por mullah-mafia. Detrás de esta atrocidad se sitúan aquellos que quisieron refrescar, una vez más, las memorias de los años de sangre y traición de los partidos jihadistas en las mentes de los kabulíes. Y de este modo, desean someter a la gente con las cadenas de la obediencia y el silencio. Pero la sangre inocente de Farkhunda rompió la máscara de los criminales oscurantistas, movilizando a nuestro pueblo para pedir justicia y contra la brutalidad del fundamentalismo.

El Partido Solidario de Afganistán, con la ayuda de un grupo de personas libertarias, al alzarse contra los sabotajes y en contra de los partidarios de los autores del linchamiento de la mártir Farkhunda, ha podido construir un minarete para conmemorarla y para que sea el eco duradero de los gritos de las mujeres y los hombres contra los partidarios contrarios a los movimientos que promueven los derechos de las mujeres y que trabajan por la liberación y progreso de un Afganistán sin cualquier tipo de fanatismo y barbarie.

Una vez más, el Partido de la Solidaridad de Afganistán proclama, entre toda la gente oprimida y movimientos comprometidos y pro-libertarios, que la sangre de la mártir Farkhunda forma parte de la consciencia de cualquier persona decente. No dejemos que un puñado de traidores pisotee nuestras consciencias. Si no se aplica la justicia en el caso de Farkhunda, de manera adecuada, ya no estarán a salvo ninguna chica y mujer de esta patria. Con la ayuda de falsos altavoces intelectuales, los criminales fundamentalistas intentan que nuestro pueblo se olvide de su barbarie contra Farkhunda, Rukhshana, Tabasum y los miles de mujeres y hombres cautivos de esta tierra. Pero es nuestro deber el convertir el vestido sangriento de Farkhunda en una bandera a favor de la justicia, porque la paz, la estabilidad y el bienestar no son alcanzable sin una lucha a muerte y justa.

Partido de la Solidaridad de Afganistán


Kabul, 17 de marzo de 2016

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