BECA FULBRIGHT, UN PROGRAMA CREADOR DE ESPIONAJE ESTADOUNIDENSE
- Categoría: Artículo
- Escrito por Shakoor
- Publicado: Lunes, 22 Septiembre 2014
De este modo, el gobierno belicista de Estados Unidos creó nuevas maneras de preservación de su grandeza política, económica, militar y cultural en el mundo, el llamado “imperialismo cultural”. El Congreso de los Estados Unidos encontró el plan del Senador Fulbright razonable y lo aprobó. En 1946, en el marco de políticas exteriores estadounidenses y bajo el concepto, “Intercambios culturales y educacionales”, fueron establecidas las bases de este programa, dando lugar a la aparición de un grupo especial de jóvenes americanizados que pudieron conseguir cargos importantes en las entidades culturales, educativas y otros círculos gubernamentales de sus países, girando la dirección a favor de los intereses colonizadores norteamericanos. Durante este período, 29 de ellos lograron los cargos de la presidencia de sus gobiernos. Tony Blair y Gordon Brown, los dos ex primer ministros, son de los que habían sido educados en los Estados Unidos a través de estas becas.
El Programa Fulbright se está aplicando en más de 155 países del mundo, y durante este tiempo ha podido reunir a su alrededor cerca de 330 mil estudiantes mediante becas académicas. Para el Ministerio del Exterior de Estados Unidos, este programa supone un gasto de 360 millones de dólares que, en comparación con el presupuesto militar de 685 mil millones de dólares y los gastos de trillones de dólares de guerras invasoras, parece insignificante.
Hamid Karzai, Ashraf Ghani Ahmed Zai, Farooq Wardak y Aziz Allah Lodin que, desde los inicios de su juventud habían sido educados con estas becas, durante la década pasada han sido las personas clave más importantes de Estados Unidos en el país.
El Programa Fulbright fue aplicado entre los años 1952 y 1979 en nuestro país y, en este período de tiempo, aproximadamente unos 250 afganos estudiaron en las universidades norteamericanas y unos 75 norteamericanos estudiaron en las universidades afganas. Con la invasión norteamericana en Afganistán en 2003, este programa se reinició unilateralmente recibiendo una atención especial.
En un artículo llamado “La revisión del Programa Fulbright” que Prachy Nike escribió en agosto de 2012 para el “Proyecto de Seguridad de Estados Unidos PSA”, este autor pone como ejemplo a Afganistán y escribe:
“Como ejemplo, es interesante que Afganistán sea evaluada como una zona interesante a nivel estratégico, donde el Departamento de Estado de Estados Unidos experimenta una serie de falta académica … las pruebas demuestran que la diplomacia pública y la estrategia de la seguridad nacional norteamericana han sido dañadas en la carencia de este programa.”
John Kerry, ministro en el exterior de los Estados Unidos, está con las candidatas de Beca Fulbright en la Embajada norteamericana en Kabul.
Los anuncios de becas académicas Fulbright se emiten por diferentes canales televisivos, llegan a todos los rincones de las ciudades de nuestro país y, después de haber pasado por diferentes vías de filtración, los afganos envían a los jóvenes con más talento y lavado cerebral a estudiar en las universidades norteamericanas. En la actualidad, Afganistán ha recibido más becas Fulbright que otros países. Debido a la crisis económica, los Estados Unidos redujeron la cantidad de becas en varios países, pero por el contrario, incrementaron su número para este programa en Afganistán. Este año por ejemplo han sido designadas 100 becas especiales para las mujeres de la Universidad Estadounidense de Afganistán.
Las características que deben reunir los candidatos de estas becas se describe de la siguiente manera en la página Web de la Embajada norteamericana en Kabul: ”Capacidad para adaptarse a la forma de vida americana, estar muy interesado/a en divertirse con los norteamericanos y tener talento potencial para la promoción del entendimiento mutuo entre los Estados Unidos y Afganistán”, y en caso de admisión de los solicitantes, se les pide que al terminar sus estudios trabajen, como mínimo 2 años, en Afganistán para promover el entendimiento mutuo, y que así mismo, desarrollen actividades como futuros líderes en las administraciones gubernamentales y privadas afganas.
La atención especial de los Estados Unido hacia Afganistán es debida a su necesidad urgente de catedráticos jóvenes, con talento y fieles que conozcan las características y costumbres estadounidenses y que puedan penetrar en las arterias del sistema dominante para poder girar el volante de su gobierno títere. Dado que los Estados Unidos están desarrollando programas a largo plazo en nuestro país, tiene que educar paulatinamente aquellas personas clave que, en el futuro y de manera estable se sitúen al servicio de las estrategias de aquel país.
Algunos dicen que Hamed Karzai fue ascendiendo gradualmente de nivel hasta llegar a ser el presidente del gobierno, pero lo cierto es que, hacía ya unas décadas que, como la mayoría de los líderes del Tercer Mundo al servicio de Estados Unidos, a través de una beca del Departamento de Estado fue enviado a este país, sometiéndose a la educación de la Casa Blanca para tal día.
Después de haber ganado una mala fama sin precedentes en la guerra de Vietnam, a través de las Becas Fulbright, Estados Unidos intentó limpiar su sucia imagen educando a un gran número de vietnamitas con el fin de cambiar la opinión pública respecto al gobierno estadounidense. El 10 de julio de 2012 en una charla sobre la importancia del Programa Fulbright en Vietnam, Hillary Clinton, ex ministra de Exteriores norteamericana, dijo lo siguiente:
“El Programa Fulbright ha contribuido a que profundicemos las relaciones entre dos países. … esto no es sólo por el hecho de que los jóvenes puedan estudiar y adquirir habilidades, sino también por las relaciones y la perspectiva que ellos han adquirido y con las que vuelven a su país.”
Los Estados Unidos tienen una buena experiencia por haber aplicado tales programas en Afganistán. Ahmed Yusuf Nuristaní que, hoy en día, tiene un cargo en la administración de Elecciones más ridícula del mundo en nuestro país, en 1973 se fue a Estados Unidos a través de las Becas Fulbright y después de hacer un master y doctorado en proyectos importantes, se ha puesto al servicio de los Estados Unidos. Durante los años de resistencia contra la invasión soviética, estuvo en Peshawar, teniendo un papel activo en la participación de diferentes programas académicos que tenían como objetivo principal educar a los niños y jóvenes afganos, inculcándoles la ideología fundamentalista. Así mismo, como “especialista cultural” de la Administración Informativa de Estados Unidos (USIS), elegía a los cabecillas de los siete partidos y los enviaba a los Estados Unidos para su educación política y liderazgo en el marco de las Becas Fulbright, Hubert Humphrey, etc. Desde 2001, Nuristaní tuvo cargos importantes en el gobierno de Karzai, apoyando a este Gobierno títere para llevar a cabo políticas norteamericanas.
En 1987 Hamid Karzai también a través de un programa académico del Departamento de Estado de Estados Unidos, fue enviado a aquel país con el objetivo de aprender diferentes formas de liderazgo.
No sólo los graduados del Fulbright son los hombres clave de los Estados Unidos, sino que los graduados de la “Universidad Americana de Beirut” como: Zelmai Khalilzad, Ashraf Ghaní Ahmedzai, Anwar ul-Haq Ahadí, Mohammed Yusuf Pashtún, Mohammed Hamayún Qayumí, etc han dirigido el Lobby norteamericano en los conflictos y negociaciones de Afganistán, a lo largo de los últimos 13 años.
Entre miles de solicitantes desconocedores de la naturaleza de este programa, la Embajada norteamericana en Kabul prioriza el envío de aquellas personas que, de vuelta a Afganistán, puedan fundar una entidad u ONG para desarrollar proyectos imaginarios y engañosos de la embajada y de la USAID (Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional), y/o trabajar como asesores y presidentes “Super Skills” de algunos Ministerios para satisfacer los intereses clandestinos de los Estados Unidos. Hoy en día, el mercado engañoso de las ONGs es dirigido por estas personas americanizadas que, consiguiendo millones de dólares para proyectos ridículos, bajo el nombre de “Igualdad de género”, Promoción de la Capacidad de Mujer” y…, engañan a nuestras mujeres desgraciadas.
Las Becas Fulbright tienen mucha importancia para los Estados Unidos en la medida en que las incluyeron también en el “Pacto Estratégico” con Afganistán. En una parte de ese Pacto se detalla:
“A: Los Estados Unidos se comprometen a aumentar iniciativas como programas de intercambios académicos y actividades relacionadas, incluyendo las Becas Fulbright y los Programas Educativos de Liderazgo para Visitantes Internacionales (Leadership Program International Visitor).”
No sólo Afganistán ha sido objetivo de los programas de creación de espías Fulbright, sino que, después de haberse aprobado este Programa, los Estados Unidos persiguieron Irán para hacer crecer una nueva generación élite pendiente de América del Norte. La prisa de los Estados Unidos tampoco era gratuita. Este país estaba seriamente obsesionado por los levantamientos populares de los movimientos nacionales y de izquierdas que estaban aumentando en 1940 y 1950, y temía que allí se repitiera otro ejemplo de la revolución china. Por otra parte, la industria del petróleo de Irán en aquel tiempo era un plato rico de comida para los Estados Unidos e Inglaterra quienes necesitaban a sus fieles y obedientes operadores para obtenerlo de manera duradera. Con este objetivo, en 1949 el Programa Fulbright se aplicó en el marco de la “Comisión de Intercambios Culturales y Educativos entre Irán y Estados Unidos.”
La publicidad del Programa Fulbright a través del canal televisivo, Tolo.
En una parte de un documento confidencial proporcionado por la Embajada norteamericana en Irán que se envió al Departamento de Estado y a la CIA, se explica: “El programa de intercambio educativo (Programa Fulbright) con los Estados Unidos que fue diseñado con el fin de influir en los líderes, especialistas, estudiantes, maestros y profesores investigadores iraníes, es un instrumento adecuado para la preservación y desarrollo de nuestras relaciones con Irán y un instrumento de refuerzo de los elementos de aquella sociedad, ya que preparan una atmósfera adecuada para nuestras políticas exteriores.... El programa tiene que estar basado en esta creencia, de manera que cada beca cree un cambio suave en su sociedad, vinculaciones políticas cercanas o como mínimo permita mantener relaciones amistosas con los Estados Unidos.” (FSD, 1959: 3)
Los resultados de las actividades de 3 décadas de la “Comisión de Intercambios Culturales y Educativos entre Irán y Estados Unidos” dieron lugar a un espectro de intelectuales seguidores de los Estados Unidos en aquel país. Después del golpe de estado de 1953 organizado por los agentes de la CIA y que provocó el derrocamiento del Gobierno nacionalista de Dr. Mosdeq, los Estados Unidos a través de las “élites Fulbright” como: Mahmood Mehrán (Ministro de Educación), Reza Hekmat (Presidente de la Asamblea), Naser Zolfeqarí (Alcalde de Teherán) y centenas de personas más pudieron manejar durante 25 años el gobierno sanguinario y autoritario de Mohammed Reza Pahlawí.
El trabajo del “imperialismo cultural” norteamericano no se limita al lavado de cerebro de los jóvenes; con estos medios, los Estados Unidos quieren además eliminar el sentimiento nacional y pro-libertario de los intelectuales para evitar el surgimiento de personajes luchadores y patriotas en los países sometidos por la opresión. No es de extrañar que el Senador Fulbright se lamentara y dijera: “Hubiera sido bonito si Istalín y Maltov hubieran estudiado en la Universidad de Colombia (Nueva York).”
Por una parte, a través de los mercenarios fundamentalistas, los Estados Unidos decapitaron a los intelectuales luchadores y defensores nacionales; por otra, ofrecieron las Becas Fulbright y miles de otros programas aparentemente, “culturales y sociales”, para los jóvenes afganos, intentando evitar la aparición de personas nacionales, luchadoras, pro-libertarias e independentistas, y convirtiendo a nuestro país en un campo de coacciones de los Estados Unidos y sus lacayos.
La publicidad del Programa Fulbright en Kabul ciudad.