Durante la guerra fría y la ocupación de Afganistán por los soviéticos, el gobieno estadounidense con la ayuda de Arabe Saudí, Pakistán y unos cuantos países occidentales creó innumerables partidos fundamentalistas en los países islámicos y les fortaleció. Uno de estos partidos, fue el movimiento de los talibanes que también fue tutelado por el gobierno fascista de General Zia Ul-Haq, en las madrasas (escuelas religiosas) pakistanís, sobre todo, en Akura Khatak. Cuando los siete partidos creados en Peshawor dejaron de tener importancia para el gobierno pakistaní y, día tras día, ganaban el odio de la gente afgana, el ISI (Inter-service Intelligence, servicio secreto pakistan) envió a los talibanes, quienes incluso fueron invitados por el Gobierno de los Estados Unidos para firmar el acuerdo del paso de oleoducto por Afganistán. Tras los atentados del 11 de septiembre, el campo ha sido preparado para la ocupación directa de Afganistán por el gobierno de Estados Unidos y, hoy en día, el gobierno norteamericano basándose en el proyecto de los talibanes, justifica su invasión en Afganistán.